En los últimos años, la industria del marketing ha cambiado su foco. Ya no se trata únicamente de lanzar mensajes al público con la esperanza de que compre los productos. Ahora, en cambio, tiene que ver con estar frente a frente con la audiencia.
Antiguamente la organización de eventos era una tarea relegada a secretarias y asistentes, sin embargo en la actualidad es una importante habilidad del marketing.
Según el sitio británico Total Jobs, el rol que cumple un evento para la mayoría de las marcas está creciendo rápidamente. Hoy en día, el organizador de eventos, tendrá entre sus funciones organizar conferencias, seminarios y exhibiciones, tanto como fiestas y viajes corporativos.
Los detalles de la organización:
Las responsabilidades de un organizador de eventos incluyen:
• Desarrollar, producir y concretar los principales proyectos. Pasar de la propuesta al hecho concreto, de una idea a una concreción.
• Ejecutar los eventos a tiempo, manteniéndose dentro del presupuesto. Alcanzando o incluso superando las expectativas.
• Establecer, comunicar y mantener plazos temporales y prioridades en cada proyecto.
• Desarrollar y mantener relaciones con los clientes.
• Manejar el contacto con los distribuidores y abastecedores.
• Dirigir operaciones y funciones administrativas con el objeto de asegurarse que los proyectos específicos son concretados a tiempo
• Ofrecer liderazgo, motivación, dirección y apoyo al equipo de trabajo.
• Responsabilizarse por el manejo de los presupuestos desde el inicio hasta la finalización de cada evento.
• Asegurarse de proveer un excelente servicio al cliente respetando los estándares de calidad.
Una cualidad que se debe poseer para desarrollar esta función tiene que ver con la organización y la prolijidad. Es necesario llevar un registro de cada evento y una hoja de ruta para ir cumpliendo los plazos en tiempo y forma.
La organización de eventos, en los últimos tiempos se ha desdoblado como una carrera en sí. Antes era una rama de la comunicación o de las relaciones públicas, pero ahora se encuentran cursos específicos, diplomaturas y posgrados específicos sobre el tema.
El trabajo tiene que ver con la comunicación, indiscutiblemente, con lo cual si uno no es realmente bueno hablando a grupos de gente, motivando, vendiendo ideas, es mejor practicar para serlo.
Para resumir, las habilidades necesarias son:
Ser un buen comunicador.
Contar con destreza para liderar y motivar un equipo.
Tener capacidad para manejar presupuestos.
Cumplir con plazos establecidos.
Ser proactivo y mostrar iniciativa.
Manejar muchas tareas a la vez.